La primera receta es de pepino y vinagre de manzana:

50 cc. de vinagre con el jugo de un pepino mediano.

Se utiliza empapando una mota de algodón y dando golpecitos en rostro y cuello, dejar secar. Ilumina el rostro.

La segunda. Prepara una infusión con tres cucharaditas de menta fresca picada y tres de flores secas de manzanilla (llamada también camomila), en un litro de agua.

Deja reposar en el agua a punto de hervor durante unos 10 minutos, luego cuela y deja enfriar.  

Rejuvenece tu cutis instantáneamente, lo descongestiona y quita los signos de cansancio.

Esta otra receta de manzanilla suma sus beneficios a los del célebre aloe vera.

En media taza de gel de aloe vera, aplica diez gotas de aceite de manzanilla. Es muy refrescante. 

Ese mismo gel se puede con limón, una cucharada de jugo y dos de gel de aloe vera, para un tónico refrescante, ideal para cutis cansado.  

Las pieles grasas se benefician del limón y la lavanda, por sus propiedades astringentes y bactericidas.

Mezcla dos gotas de aceite esencial de limón y dos de aceite esencial de lavanda en unas cucharadas de agua, aplica como tónico. Termina con un poco de crema hidratante para cutis graso, ya que es muy astringente.    

Dado que se dieron múltiples recetas, lo ideal es probarlas una tras otra hasta encontrar la que mejor te vaya. Asimismo, es recomendable cambiar de receta de tónico facial cada cierto tiempo, para contrarrestar el acostumbramiento de la piel.   

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Artículo de Edith Mican @edmican