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A Donde Dios Mira
Tal vez no resultará fácil, ni se garantiza que no habrá caídas, de hecho no existe la receta para que ello no ocurra, solo la experiencia puede permitir el avance, la madurez y el compromiso ante el desafío de sanar al herido, de dar libertad al cautivo, de dar comida al hambriento. Ingresar a tomar el terreno que nos pertenece es tarea de valientes dispuestos a arrebatar las almas al mal. Esto implica ceder el paso al gran YO SOY para que sea ÉL, quien pelee la batalla.
Valientes que deciden entregarlo que lo que fui, lo que soy y seré en el mañana, con un corazón dispuesto a agradar a Dios más allá de toda circunstancia.
¿Existe el valiente de corazón perfecto?
David cometió algunos pecados que la mayoría de nosotros no nos podemos imaginar o concebir. Pero durante el largo camino, David quería ser justo. Amaba a Dios y su deseo del corazón era hacer la Voluntad de Dios.
¿Y sabes qué? ¡Ese es el tipo de hombre que Dios necesita y busca hoy también! Dios no espera perfección. (Y eso lo podemos ver en la vida de David). Sin embargo, a pesar de todo lo que David hizo de malo en su vida, Dios pudo aún mirar en el corazón de David y decir que era un hombre conforme a su corazón, un hombre que deseó hacer la voluntad de Dios.
Esto es y se llama Gracia de Dios. No puede haber otra explicación. Por algunas acciones David no se merecía las bendiciones de Dios. Pero en su corazón, David tenía el deseo correcto. Él deseaba seguir y complacer a Dios, aunque a veces tropezaba y caía.
Ahora la gran pregunta sería:
¿Deseas ser un hombre conforme al corazón de Dios? O dicho de otra manera. ¿Es el deseo de tu corazón seguir a Dios? O si te llega más. ¿Estás dispuesto a que tu corazón esté conforme al corazón de Dios?
Varias preguntas para una sola respuesta. Y es la tuya, la que decidas. Puedes pensar que es casi imposible, te tengo una noticia, no estás solo. También a mí me pasa. Muchas veces di tres pasos adelante y dos atrás, sé de caídas, pero aprendí a levantarme en el caminar espiritual con Dios.
Pero no debemos olvidar esto: ¿Dónde miró Dios? Miró el corazón de David. ¡Y ahí es donde Dios va a mirar en nuestras vidas también! * Autores: Licha Guerrero / Siddin J. Vargas Vagnoni Skype: siddinv Email: siddinv@hotmail.com
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